Ser becario de ProExcelencia es la dicha que disfrutamos algunos pocos afortunados y que nos brinda la oportunidad única de pertenecer a la gran familia AVAA. La Asociación, sin duda alguna, se convierte en parte muy importante de nuestras vidas. Pasamos a ser primos, sobrinos, hijos o nietos de un gran número de personas que trabajan día a día por ofrecer apoyo incondicional en el desarrollo de profesionales capaces, con valores éticos y morales, y sobre todas las cosas, con muchas ganas de contribuir al progreso de nuestra sociedad.
Llegamos a construir muy buenas amistades, algunos hasta dirán que encontraron hermanos y hermanas entre el grupo de becarios, porque es fácil observar que a nuestro lado se desarrollan personas de inmensa calidad humana. Y así como en toda familia, eventualmente llega la hora de partir; la hora en que los hijos se separan de los padres y utilizan las enseñanzas obtenidas para hacerse valer por sí mismos. Pero también, como en toda familia, partir no significa abandonar.
Como ex becario del programa siempre he tratado de mantenerme cerca de esa familia que tanto me ofreció, no sólo por el cariño que se pueda tener hacia la Asociación y su gente, sino por la intención de retribuir como sea posible y seguir apoyando a las nuevas generaciones.
En este número se cuentan historias de ex becarios exitosos, ex becarios que aún después de sus graduaciones apuestan por AVAA y se mantienen afiliados a la Asociación. Ese es el espíritu que nos deja ProExcelencia, la marca que plasma el programa en sus ex becarios de la misma forma como lo hace una Alma Mater a sus egresados.
En momentos cómo los que vivimos es importante el apoyo de todos, es imprescindible una tribuna donde escuchar y aportar ideas; y es especialmente necesario poder nutrirse de los pensamientos y actitudes de personas exitosas que buscan brindar soluciones. ¡Esa es nuestra familia AVAA!
Francisco Gaivis
Miembro Junta Directiva AVAA