Desarrollar un proyecto con impacto social se ha convertido en una meta para muchos jóvenes venezolanos. La razón de esta tendencia es que cada vez más son agentes de cambio para sus comunidades.
Karelys Huise, es una de esas jóvenes comprometidas en apoyar a la gente necesitada a través de la creación de proyectos que impactan positivamente a la gente de su país, y que, la hizo ganadora de una de las dos becas que ofrece la Academia Latinoamericana de Liderazgo (LALA), una academia de liderazgo y emprendimiento que tiene como objetivo generar redes entre los jóvenes de todo el continente latinoamericano, para guiarlos en la creación y consolidación de proyectos en sus países.
LALA, ofreció la oportunidad a jóvenes de todo el mundo de participar en un bootcamp de liderazgo realizado en Medellín, Colombia entre el 14 y el 20 de julio, y por su desempeño académico, perfil de liderazgo social y aspiraciones, Karelys fue 100% becada para participar.
Durante una semana, las participantes tienen la oportunidad de compartir con jóvenes de Colombia, Chile, Paraguay, Perú, Argentina, Canadá, Irán, Kenia y muchos otros países, ella fue la única venezolana en el grupo. Además, reciben formación en habilidades socio-emocionales que les permiten comprender las motivaciones de las personas y la importancia que éstas tienen para la creación de proyectos de impacto social.
Otra actividad fue visitar las comunidades del país anfitrión. En este caso, visitaron dos, que son ejemplos de proyectos sociales promovidos por la propia comunidad y que han tenido un impacto positivo en el país. El primero fue Moravia, una comunidad que actualmente está habitada, pero que en la década de 1980 fue el vertedero de basura del sitio. Gracias al trabajo en equipo de las comunidades aledañas, ahora es un lugar habitable. El segundo lugar fue Agroarte y el GraffiTour, ubicado en la Comuna 13, el barrio de Medellín reconocido internacionalmente, como ejemplo de cómo los proyectos de “urbanismo social” pueden transformar y revitalizar las comunidades. Esta gira recuerda a los jóvenes víctimas del narcotráfico en Colombia e invita a los jóvenes a alejarse de los conflictos armados, y en vez de eso, a aprender sobre el arte, la música y el urbanismo social.
Según Karelys, hacer la gira y vivir la experiencia, “les ayudó a inspirarse y a querer desarrollar proyectos como los de sus países de origen”. Karelys viajó a Colombia con la idea de un proyecto de construcción llamado “IMPULSO 2030”, una iniciativa en la que está trabajando y que tiene como objetivo desarrollar la ética y la moral de los ciudadanos a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente la Educación de Calidad (OSD 4), la Reducción de Desigualdades (OSD 10), y la generación de alianzas para cumplir los objetivos (OSD 17).
“Cuando llegué a LALA, mi proyecto era sólo un boceto, pero actualmente se está desarrollando y estamos a punto de comenzar las jornadas de formación”. En IMPULSO 2030 habrá una cohorte de 30 jóvenes, que recibirán capacitación en soft skills, economía, marketing, gestión de proyectos, historia venezolana e historia universal y actualidad internacional. Todo ello con el objetivo de permitir a los jóvenes formarse y saber gestionar las competencias necesarias para ser competentes en el siglo XXI. El método principal que utilizaremos será el Modelo de Naciones Unidas, ya que es más atractivo para los jóvenes en las escuelas secundarias.
La capacitación en LALA se enfocó en dar a los participantes las herramientas para realizar un buen estudio del público objetivo de los proyectos de impacto social, considerando la realidad social de cada grupo, sin dejar de lado las raíces y costumbres culturales. “Muchas veces hacemos cosas para ayudar a los demás, pero no nos detenemos a pensar si lo que creemos que es realmente útil para los beneficiarios”, dijo Karelys.
Karelys está desarrollando actualmente su iniciativa, por lo que está buscando personas que quieran apoyarla. Además, propone una alianza estratégica entre uno de los representantes de Colombia y uno de Paraguay, que también participó en el bootcamp, para unir esfuerzos y, a largo plazo, conocer a los beneficiarios de los proyectos que cada uno está desarrollando en su país.
Esta fue una gran oportunidad de capacitación para nuestra becaria del Programa Excelencia AVAA, y estamos seguros de que pronto dará sus frutos.
Cristhian Ortega- Prensa AVAA.