Viajar a Canadá, y estar durante un mes allá, significó para mí toda una aventura. Era la primera vez que estaba fuera de mi país, sola y sin conocer a nadie. Me sentía como en otro mundo y tenía muchas expectativas.
La primera semana fue de completa adaptación. Mi homestay family es encantadora, me brindaron su ayuda para aprender a desenvolverme sola durante mi estadía, dándome consejos y algunos tips. Conocí a otros integrantes de la familia y salíamos al centro comercial, veíamos películas, hacíamos bromas sobre cualquier tópico. Al regresar de mis clases, me preguntaban cómo había sido mi día, intercambiamos experiencias, información e ideas sobre nuestras respectivas culturas; incluso, les enseñé a bailar música latina (merengue y salsa).
ACCESS International English Language Centre es la institución donde estudié inglés intensivo por un mes, está ubicada en Toronto, Canadá. En ACCESS compartí con estudiantes de diferentes continentes, tuve el privilegio de obtener valiosas amistades con personas que sentí que conocía de hace años.
Me encantó la forma en cómo se impartía el aprendizaje del idioma, eso permitió que me sintiera más segura de mí misma y obtener mayor fluidez al expresarme. Adquirí nuevo vocabulario y puse en práctica la gramática a través de la redacción de ensayos.
Los profesores eran muy atentos y dinámicos en dar sus clases, trabajábamos con diferentes modalidades: individual, grupal, simulación y discusión; siempre estaban pendientes de aclarar las dudas o corregir a los estudiantes en cuanto al uso del idioma para que se expresaran correctamente de forma oral y escrita. Desarrollé habilidades asociadas a la escucha, comprensión, expresión verbal, y gramática.
Lo que más me gustó de Canadá es que la gente es muy agradable, educada y respetuosa. Hay respeto por las normas, todo es muy limpio y seguro. Los servicios públicos funcionan correctamente y, si necesitas ayuda, te atienden con excelente disposición.
Algunos de los lugares que conocí fueron CN Tower, Museum Royal Ontario, Toronto Zoo, Museo de Ciencias, Toronto Island, Niagaras Falls, entre otros. Además, jugué bowling y pool, bailé, patiné sobre hielo, tomé muchísimas fotos, probé comida coreana y putin (comida canadiense).
El estar en Toronto, me hizo comprender lo especial que somos los venezolanos y cómo brillamos cuando llegamos con nuestra alegría, humor y entusiasmo. Somos fáciles de querer, pero también me di cuenta que nos hace falta mucho por aprender para desarrollarnos como país y mejorar nuestro estilo de vida.
Finalmente, quiero agradecer a AVAA por este inmenso regalo y la oportunidad de vivir esta valiosa y maravillosa experiencia de viajar a Canadá. Gracias por darme la motivación de seguir aspirando a tocar las estrellas, ser mejor profesional y humano cada día.
Por MHAILING LOPEZ, becaria AVAA.