En los años que llevo acompañando a AVAA en el desarrollo del Programa Excelencia he tenido un permanente aprendizaje. Cada vez que entra un nuevo grupo y con emoción expresan sus inquietudes, deseos y ambiciones, pareciera que en sus frases van millones de partículas cargadas de energía que penetran en cada uno de los voluntarios y en la organización; imprimiendo la fuerza y el entusiasmo para continuar con la misión de contribuir con la formación de extraordinarios jóvenes venezolanos.
ProExcelencia nos invita a estar presentes, consientes de nuestra responsabilidad, alimentando la fiel creencia que fortaleciendo la formación integral, apoyando a los becarios para que amplíen las fronteras del conocimiento y su exposición multicultural, puedan, bajo perspectivas distintas, contribuir con nuestro entorno.
En este momento con tantas situaciones en el país, donde existen una gran mezcla de emociones, nuestra misión se fortalece cuando con admiración vemos el compromiso de nuestros jóvenes becarios y escuchamos sus relatos llenos de gran preocupación y deseos por contribuir a través de su formación con Venezuela.
Cada uno de nosotros, beneficiarios de este Programa —llámese Becario, Empleado, Voluntario o Mentor—, tenemos el privilegio de estar jugando un papel muy importante en la vida de otro, donde el aprendizaje es reciproco, el intercambio permanente y la gratificación constante. Por esta razón, todos debemos tomar conciencia de nuestra responsabilidad y poner más esfuerzo para en estos momentos, que nos vemos inmersos en un torbellino de situaciones, pensar en positivo, actuar a corto plazo y responder de inmediato, para consolidar un mejor futuro.
Por Karhil Canelones, Vicepresidenta AVAA.