Formalmente, ser voluntario, significa llevar a la práctica un trabajo sin fines de lucro, que contribuye directamente al bienestar del prójimo o de toda la sociedad. La labor realizada puede ser intelectual o física, pero su principal característica es que implica tiempo, dedicación y conciencia social.
Ser Voluntario AVAA cumple con esta referencia y más, desde el inicio de mis actividades con ProExcelencia he encontrado la oportunidad de contribuir con jóvenes venezolanos deseosos de crecer integralmente, ávidos en el aprender y compartir, retadores en sus consultas, observadores en nuestro quehacer, siendo un privilegio y una responsabilidad ser parte del voluntariado AVAA.
De todo este aprender, el Voluntario sin darse cuenta es el que sale más beneficiado; sumando a sus logros beneficios intangibles tales como:
- Reforzamiento de sus valores ciudadanos, comprendiendo mejor la realidad de nuestro país, las diversas formas de observar nuestro entorno y sus características.
- Desarrollo de la sensibilidad social, viviendo en la práctica los conceptos de diversidad, solidaridad, comprensión, inclusión social, derechos humanos y agradecimiento, entre otros.
- Mejora la autoestima propia, recibiendo regalos genuinos de personas agradecidas e identificadas con su quehacer, abriendo caminos hacia la generosidad y calidad humana.
- Ser protagonista y agente de cambio social, colaborando con el desarrollo profesional de jóvenes venezolanos y la generación de conciencia ciudadana.
Ser Voluntario implica variados motivos, tanto personales como colectivos, que incentivan a las personas a llevar a cabo esta práctica. Es cierto que no es posible determinar exactamente cuáles son esas motivaciones, sin embargo, comparten la necesidad de dar solución a situaciones que se nos presentan en nuestra sociedad; siendo AVAA un camino desde la educación profesional, con la oportunidad de ver en espacios de tiempo no mayores a dos o tres años, cambios en positivo desde el individuo hasta la comunidad que lo acoge.
No estamos solos en el mundo, vivimos dentro de una sociedad que requiere de la preocupación, tanto individual como colectiva, para solucionar las diferencias existentes; apoyar estos espacios como voluntario aporta un granito de arena a nuestra realidad y en mi caso confirma lo aprendido hace varios años “… servir a la humanidad es la mejor obra de una vida”.