Mi nombre es Karla Reina, una estudiante venezolana de química de la Universidad Simón Bolívar (USB). Me gané una beca que me otorgó la Embajada de los Estados Unidos en Venezuela y AVAA siendo esta una maravillosa oportunidad de aprender inglés en EEUU, o en mi caso, mejorarlo en un mes. Aterricé en la bella ciudad de San Francisco, y tuve la oportunidad de pasar a través el famoso Puente Golden Gate por primera vez. La noche del 20 de octubre de 2015 me encontraba en camino a lo que sería mi nueva casa por los siguientes 30 días. Estaba muy cansada ya que había estado viajando por casi 15 horas, pero al mismo tiempo, muy impresionada de ver a tantas personas en las calles de San Francisco a esa hora (alrededor de las 11 p.m.). Mi destino final fue el hermoso pueblo of Rohnert Park, en Sonoma County, a hora y media del Aeropuerto de San Francisco.
Me sentí muy sola por estar lejos de casa esa noche, pero la familia con la que me hospedé me recibió con entusiasmo, y a pesar de que ellos tenían que ir temprano a trabajar el día siguiente, me esperaron y me proporcionaron la pasta italiana más deliciosa que había probado. Me encuentro absolutamente segura que ellos son la mejor familia de hospedaje que cualquier estudiante pudiese tener. Aprendí mucho acerca de la cultura americana gracias a ellos. Son una familia que trabaja duro todos los días pero también también tienen tiempo para ayudar a sus vecinos y hacer trabajo de voluntariado. Tuve la mejor compañera de habitación, una dulce chica japonesa que no hablaba inglés fluido, pero que hizo un gran esfuerzo todos los días para practicar este nuevo lenguaje conmigo. Tuve muchos momentos divertidos con ella y aprendí bastante acerca de su cultura, su país y su lenguaje. Ella fue mi guía durante la primera semana en el Instituto de Lenguaje Americano de Sonoma State (SSALI), y realmente aprecié su paciencia y atención conmigo.
La aventura comenzó cuando me colocaron en el nivel más alto del curso. Después, obtuve mi horario donde podía felizmente asistir a 25 horas de clase por semana. Mi medio de transporte para el Instituto fue la bicicleta. Estaba muy emocionada y asustada al principio, pero me di cuenta que era una manera muy segura y práctica de moverme en la ciudad. Rohnert Park es una pequeña, hermosa y callada ciudad, realmente disfruté respirar el aire fresco todas las mañanas y ver las amables personas que viven allí para ir a sus actividades diarias. Honestamente, me encontré muy agradecida y feliz todos los días por haber tenido este saludable y relajado ambiente a mí alrededor. Me sentí segura y en tranquila ya que era totalmente diferente a Caracas, la ciudad en la que nací y fui criada. Caracas tiene su propio encanto, siempre se está moviendo y es ruidoso porque está muy poblado, todo lo opuesto a Rohnert Park.
Adicionalmente, el SSALI ciertamente tiene un programa de aprendizaje muy completo de inglés y de la cultura norte americana. Además, ofrece excelentes profesores y una gran estructura para la práctica de otras actividades. En realidad, no pude elegir una clase favorita porque ame cada todas y cada una de ellas. Refresque mi gramática, mejoré mi pronunciación, aprendí cómo hacer una película, nuevo vocabulario de deporte y cómo es de importante la cultura mejicana en el Estado de California. Adicionalmente, probé las uvas más sabrosas de mi vida. Sonoma es un valle de vino, casa de los primeros viñedos y bodegas en el estado. El vino de California es considerado uno de los mejores del mundo, y ahora puedo confirmar esa afirmación porque tuve la oportunidad de beber y probar grandes ejemplares de los mismos y estuve encantada con el maravilloso sabor.
La otra gran cosa de esta experiencia fueron mis compañeros de clase. Estudié con personas de China, Japón, Corea, Tailandia, Taiwán, Kuwait, y Arabia Saudita. Aprendí un poco más acerca de esas culturas. Cada día en clase con esos chicos fue un viaje, ellos me hicieron sentir que sin importar de donde vinieses, siempre serás bienvenido. Nunca me sentí con miedo a ser juzgada por lo que pensaba o lo que decía, ellos me hicieron sentir cómoda todo el tiempo.
Finalmente, la mejor lección que me puedo llevar de los estadounidenses es el ser respetuoso en cualquier momento y ante cualquier situación. Ellos son personas muy responsables que trabajan bastante en mantener su estilo de vida, pero también son personas amables y gentiles que ayudan a otros y se preocupan por los problemas de su comunidad.
Las palabras nunca serán suficientes para describir que significó esta beca internacional para mí. Esto representó un hermoso capítulo en mi vida que siempre recordaré porque amplió mi visión acerca de la vida y mis conocimientos. Solo me queda decir gracias a la Asociación Venezolano Americano de Amistad (AVAA), a SSALI, a mi familia de hospedaje, a la Embajada de los Estados Unidos en Venezuela y a todas las maravillosas personas que de alguna manera me ayudaron a vivir esta magnífica experiencia.
Escrito por Karla Reina, becaria de ProExcelenciaAVAA y estudiante de Química en la Universidad Simón Bolívar (USB)